Mongo Santamaría ha sido reconocido como uno de los verdaderos virtuosos del jazz, un estilo musical que cultivó desde sus inicios en su Cuba natal en la década de 1940.
Su colaboración con el legendario Conjunto Matamoros le valió una gran celebridad. Habiéndose hecho un nombre en su país natal, fue a Nueva York para comenzar una nueva etapa de su carrera.
Influenciado por los maestros Pérez Prado (“El rey del mambo”) y Tito Puente, cayó en las corrientes musicales imperantes en la época, pero Mongo Santamaría haría importantes aportes al género, como combinar ritmos latinos con jazz.
En 1962, formó su propia banda, que mostró su virtuosismo como percusionista, compositor y productor. Una leyenda, su discografía incluye éxitos como "Imágenes", "Amor en el Yankee Stadium", "Mongo at the Village Gate", "Sofrito" y "Afro Blue", que se adoptó en las discografías de estrellas de jazz consagradas como Dizzy Gillespie.
Con su fallecimiento en 2000, Mongo Santamaría ganó un estatus legendario para las generaciones venideras.