Foto en la cabeza de Johnny Colón

Johnny Colón

La fusión del son cubano con el pop, Soul, Rhythm & Blues y otros formatos afroamericanos dio como resultado el género neoyorquino por excelencia conocido como boogaloo.

Fue la primera oferta original creada por los músicos del barrio latino, la mayoría de ellos de origen puertorriqueño. Uno de ellos fue pianista, trombonista, cantante y compositor Johnny Colón.

Johnny se aventuró en el negocio discográfico con Boogaloo Blues, un LP producido por George Goldner en 1966. Distribuido por Cotique Records, el álbum vendió alrededor de tres millones de unidades en todo el mundo.

Popularizado por el pianista puertorriqueño Pete Rodríguez, el boogaloo fue un éxito rotundo. Rodríguez grabó “Micaela”, “I Like It Like That” y varios otros éxitos. Joe Cuba, Ricardo Ray, Ray Barretto y El Gran Combo de Puerto Rico grabaron sus propias pistas de boogaloo, creando un puente musical entre el mambo y la salsa de los 70.

A mediados de los sesenta, cualquiera que grabara un boogaloo estaba a la última. Utilizando una combinación de dos trombones que evocaba el sonido de Barry Rogers y José Rodrígues en La Perfecta de Eddie Palmieri, así como una sólida sección rítmica que se hacía eco del sexteto de Joe Cuba, Johnny se estableció en el circuito de la salsa.

La fórmula ganadora de Boogaloo Blues resultó en una serie de registros para Cotique, incluyendo Boogaloo 67, Move Over, Portrait Of Johnny, Caliente De Vicio y Tierra Va A Temblar.

El secreto de su éxito no fue puramente musical. La ligereza de la letra en cuestión proporcionó un escape del trauma nacional creado por la Guerra de Vietnam. Igualmente efectivo fue el canto (en inglés y español) de Rafael "Tito" Ramos, cuya fraseología recuerda a Cheo Feliciano. Unos años más tarde, Ramos reclutaría al vocalista de respaldo Tony Rojas para TNT Band, grabando el sencillo "Sabré Olvidar".

“Boogaloo Blues”, el nuevo híbrido enriquecido por el ritmo conmovedor que dio origen al rock y al jazz, rompe las convenciones de las orquestaciones de los sesenta comenzando con un solo de piano de Johnny. Su exquisita musicalidad y solos brillan a lo largo de esta grabación.

En un momento en que cientos de jóvenes encontraron refugio en las drogas, una canción como "Mira Ven Acá" presenta la adicción a las sustancias como un escape de las realidades de la guerra y el duelo nacional. "Mulata que bota candela", canta el coro, agregando la expresión "capear", que significa comprar drogas en la subcultura del narcotráfico.

La descarga o jam session, otro elemento distintivo de la música neoyorquina de los sesenta, aparece con frecuencia en este álbum, así como la fusión del boogaloo con ritmos afrocaribeños como bomba y guajira en temas como “Mi Querida Bomba”. y la clásica "Guantanamera". Este último es uno de los mejores momentos del disco, junto al bolero “Judy”.

Johnny Colón fue uno de los artistas que no trascendió la era del boogaloo. En 1972, durante la explosión de salsa encabezada por Fania Records, fundó la East Harlem Music School, donde imparte talleres sobre la historia de la salsa y su interpretación.

En enero de 2008, Johnny Colón volvió a la música con un álbum titulado Keeping It Real.